– 10/12/2009 –
Los hijos de Vicente Castelló llevan la hostelería en la sangre y siempre han tenido claro que continuarían con el negocio.
«Mis abuelos paternos tenían un bar, Manolín, en la plaza de España, y mis otros abuelos regentaban el Ponoch, muy cerquita, así que tanto mi padre como mi madre vivieron desde muy pequeños el ambiente de la hostelería. Y unos años después de casarse decidieron abrir un negocio propio»